viernes, 29 de noviembre de 2013

Ya es hora..!!

He de reconocer que a lo largo de mi vida he llevado a cabo múltiples variantes de mí mismo.... He vivido cada etapa como si fuera la última... pero ese momento, del que todo el mundo habla, en el que empiezas a creer que ha llegado el momento de centrarte es hoy....

Me siento con ganas de una nueva etapa.. una nueva etapa en la que por fin todo sea estable, y donde pueda confiar en que los cimientos, en los que quiero que ésta se asiente, sean verdaderamente estables.

Los cambios serán grandes protagonistas de ésta decisión... pero cuál telenovela... todo se sabrá si ha salido como debe... en el último capítulo...

Éste es tan sólo el prólogo.

viernes, 4 de octubre de 2013

Uno de esos días del mes...

Hay gente que dice que pasar tiempo sólo es malo, pues "terminas pensando". Hoy, cual fémina en uno de "sus días", me encuentro en la necesidad de meditar, pensar, añorar, recordar, incluso llorar, y otros muchos verbos de la primera cojugación. Es impresionante la capacidad que tiene ese ser abstracto al que llaman experiencia de hacerte sentir un amplio abanico de sensaciones, desde el primer segundo en el que empiezas a hacer frente a todos y cada uno de tus pensamientos. Desde ira hasta lástima, desde añoranza hasta desdén, y así un sentimiento tras otro. Pero eso no es lo más inquietante, pues el peor momento llega cuando te das cuenta, aunque a tu ego le moleste, de que la mayoría de ellos, sobretodo los negativos, son consecuencias de actos elaborados por nosotros mismos. Ahí comienza la verdadera lucha. Una lucha por saber la razón por la que somos culpables ,el momento en el que empezó todo y su desencadenante. Hay gente que lo define como búsqueda del YO, reflexión... a mí hoy me apetece llamarlo "putada". Al final llego a la conclusión de que aquellos por los que siento ira son, quizás, víctimas, que a aquellos a quien añoro los tengo más cerca de lo que creo, y que aquellos a los que amo... bueno... que aquellos a los que amo... los sigo amando.

viernes, 3 de agosto de 2012

Empezar de 10...

Los seres humanos estamos malacostumbrados, o al menos esa es mi impresión. Venimos de fábrica con el error de creer que cuando una etapa de nuestra vida termina debemos empezar de 0 como si de un cuentakilómetros trucado estuviéramos hablando, cuando la verdadera razón de nuestra existencia es la de aprender de aquellos errores o piedras (metáfora que robo de mi hermanastra) con las cuales nos vayamos tropezando, puesto que en algún instante de ésto a lo que llamamos vida llegará una nueva piedra que, cuál piedra pómez, limará las asperezas que el tiempo ha ido dejando en nuestra piel para ofrecernos sensaciones renovadas... y quien sabe, quizás... sea la última!

miércoles, 18 de julio de 2012

Volver a su cauce...

Cual desvío innecesario, en ocasiones la vida te hace recorrer caminos que nada tienen que ver con tu destino final... Algunos lo ven como una pérdida de tiempo, otros directamente no paran a pensar en ello y, el resto, entre los que me incluyo, terminamos aceptando que fue solo una nueva forma de aprendizaje, de madurar a través de la experiencia, ya que al final de todo te das cuenta de que aunque esos caminos acaben, todos terminan en un único sendero al que todos desembocan de la forma que sea... Tu propia felicidad... Yo he andado varios de esos caminos, cada uno con características únicas e irrepetibles, y no me arrepiento de haber gastado energías en recorrerlos, pues a día de hoy, tal y como dije, aunque recorro sólo mi sendero, SOY FELIZ.

domingo, 22 de abril de 2012

Cual carrera de obstáculos...

Hay una frase que siempre me ha hecho gracia pero que nunca había experimentado de forma literal hasta concretamente hoy... "Algún día recordaremos esto, y puede que hasta nos riamos"... He de reconocer que hay cosas de la historia que ni imaginándolas con cara de payaso cutre de circo hacen salir de mí una mera mueca de simpatía, pero pensar en lo estúpido que puedes volverte por cegera, rabia o, incluso, falta de información, y las acciones que llevas a cabo por lo mismo, pueden resultar, tras días de reflexión, mucho más satisfactorio que cualquier monólogo cómico-trágico. Aunque lo bueno de verdad, es ver que recobras, de cierta manera, ese bienestar tanto exterior como interior... Las ojeras pasan a ser brillos naturales en tus ojos, los "comecocos" internos pasan a ser infinitas sensaciones de placer... Luego, cuando al despertarte, lo miras y compruebas que ya Él estaba despierto e, incluso, ya estaba mirando como dormías, y piensas.... "Menos mal, sólo ha sido un bache, quizás un tanto grande, de estos que joden un poco la defensa del coche por abajo, pero que no dañan el funcionamiento del motor", simplemente eres feliz.

lunes, 9 de abril de 2012

Hasta aquí puedo leer...

En ocasiones llegas a cuestionarte la razón por la que la gente no hace preguntas frente a actitudes o palabras salientes de tí... Pues bien, he llegado a la conclusión de que tal respuesta es más simple que encender la tele con el mando a distancia... Simplemente no se esmeran en preguntar porque ya conocen la respuesta... Saben desde cuando comenzaste a actuar así y las razones por las cuales lo haces... La razón final de que no den el paso de lanzarte un simple, ¿Qué te pasa?, es porque temen que eso sea el causante del "BOOM" que desencadene la fase final... Lo que de verdad no se esperan, es que mientras ese momento llega, lo que se va generando en tí, es la forma más sutil y a la vez cruel de devolver el daño causado... En definitiva, que ingenuos si pero hasta un punto...

domingo, 25 de marzo de 2012

Viva Suecia...

¿Es normal conocer la verdad y aún así creer lo opuesto? No, no hago mención a la pregunta número 8 del último programa de Atrapa un Millón. Hago referencia a ese sentimiento que nace cuando el conocimiento que añadimos a nuestra razón tiene el mismo valor que la persona a la que deberíamos enfrentarnos tras conocerlo. En ética siempre nos enseñaban que nuestra libertad acaba donde comienza la libertad del otro, pero ¿y si ambas libertades se entrecruzan y no por consentimiento de ambas? ¿Qué se hace en esos casos? ¿Es mejor ser permisivo o marcar los límites aunque éstos separen más de lo que puedas imaginar? En ocasiones, es sabido que los amores reñidos son los más queridos pero, llámenme loco si quieren, no encuentro el lugar en el que puede estar escondida la felicidad dentro de esa riña a la que llaman pareja. En definitiva, ¿hasta cuando viene bien hacerse el sueco?