domingo, 25 de marzo de 2012

Viva Suecia...

¿Es normal conocer la verdad y aún así creer lo opuesto? No, no hago mención a la pregunta número 8 del último programa de Atrapa un Millón. Hago referencia a ese sentimiento que nace cuando el conocimiento que añadimos a nuestra razón tiene el mismo valor que la persona a la que deberíamos enfrentarnos tras conocerlo. En ética siempre nos enseñaban que nuestra libertad acaba donde comienza la libertad del otro, pero ¿y si ambas libertades se entrecruzan y no por consentimiento de ambas? ¿Qué se hace en esos casos? ¿Es mejor ser permisivo o marcar los límites aunque éstos separen más de lo que puedas imaginar? En ocasiones, es sabido que los amores reñidos son los más queridos pero, llámenme loco si quieren, no encuentro el lugar en el que puede estar escondida la felicidad dentro de esa riña a la que llaman pareja. En definitiva, ¿hasta cuando viene bien hacerse el sueco?

jueves, 15 de marzo de 2012

Un cuento sin princesas...

Érase que se era un principe desenamorado del propio amor...

Sin duda alguna puedo afirmar que es irónico a veces el destino, pues es capaz de retorcerse, cual pitón asfixiando a su presa, para que la sorpresa que deba llegarte sea verídicamente eso, sorprendente. Yo me encontraba vagando entre los días y las noches sin ninguna meta a la vista, excepto la de seguir siendo yo mismo a pesar de las adversidades que la vida se había empeñado en colocarme delante, cuando una noche, que se diferenciaba del resto tan sólo en la programación televisiva, un príncipe decidió pedir permiso para cruzar las murallas que yo había colocado delante de todo ser viviente que quisiera acercarse a mí. Mi miedo y mi curiosidad, (definida por mis dos hadas madrinas como picardía) luchaban cuerpo a cuerpo para determinar si éste nuevo personaje, de la trama a la que la gente llama vida, traspasaría las mencionadas murallas y llegaría hasta mi presencia. Finalmente, el miedo fue derrotado y pudo llevarse a cabo el encuentro. Lo que jamás llegué a imaginar es que tal encuentro fuera una de las mejores noches de mi vida y, lo mejor, haciendo cosas que se podrían catalogar como básicas (hablar, ver pelis y comer palomitas sentados en el sofá). La mañana siguiente me sentí más infantil que nunca pues realmente creí vivir un cuento ya que las condiciones así lo favorecían: cielo despejado con su correspondiente sol brillando por la ventana, ese príncipe durmiendo mientras yo no podía apartar mi mirada de su rostro, y ningún obstáculo que pudiera hacerme levantar de la cama, sólo me podía permitir el lujo de disfrutar del momento. Pero era obvio, él se despertaría y tendríamos que separarnos sin yo saber si habría un nuevo encuentro entre nosotros. Mi felicidad era el cúlmen de ese día y fuí desbordándola allá donde iba. Las horas pasaron, la luna y el sol se intercambiaron los puestos y llegó, el príncipe dio señales de volver a encontrarse conmigo añadiendo, por tanto, la luz que sólo la ilusión puede añadir a un rostro. Una nueva y fantástica noche tuvo lugar en mi vida, creando en mí la necesidad de volver a reencontrarme con el nuevo monarca. Así fue, las citas fueron cada vez más cercanas en el tiempo y poco a poco, aquellas murallas que en un principio el príncipe tuvo que atravesar con mi permiso, fueron derrumbadas dejando visible todo un paraíso que pude descubrir gracias a Él. Actualmente sí, somos felices (lo de las perdices preferimos dejárselo a los cuentos populares) y comemos da igual el que, siempre que sea juntos. 

Te Quiero.

lunes, 12 de marzo de 2012

Fíjate Tú!

Desde pequeño tenía entendido que Dios elegía a nuestra familia y teníamos la suerte de ser nosotros quienes, de formas un tanto cuestionables en ciertas ocasiones, escogemos a las personas que de verdad queremos que compartan, como si de un helado se tratara, nuestro tiempo en esos "cuatro días" que dicen que nuestro corazón late. Es por eso que no logro entender como algun@s "personajes", porque "persona" es un término que añade superioridad frente a otros seres de la naturaleza, y en este caso dejo en duda que tal relación entre rangos pueda ser posible, pueden dejar la acepción de AMISTAD a la altura del betún, aunque en topicazo esté cayendo. Si bien, reflexionando en frío, quizás y todo la estén dejando a su misma altura, y no deba entrar a juzgar, pero bueno, también se dice que es mejor arrepentirse de lo hecho, que vivir sin saber que hubiera pasado... En definitiva, cuanta más personas pasan por mi camino, más feliz estoy de que las personas que deciden caminar a mi lado sean quienes son... OS QUIERO! "SLC"

miércoles, 7 de marzo de 2012

Sabiendolo todo siendo ignorante...

Dicen popularmente que es de sabios realizar actos de análisis personal para que de esa forma podamos estrechar el cerco que existe entre nuestros sentimientos y la realidad que nos rodea... Yo, personalmente, he decidido no perder más el tiempo pensando en como me veo por dentro para saber como hacerme ver por fuera... La experiencia me ha susurrado al oído que, después de las amistades perennes y caducas, de las relaciones en las que el futuro es el único sustento y de aquellas en las que el presente es igual de placentero que un trozo de chocolate a escondidas en plena dieta, es tan sólo mi propio Yo aquel ente por el que debo guiarme, sin hacer cedas en los que las opiniones de los demás deban pasar ante mis ojos, hasta que un mínimo espacio me dé la oportunidad de atravesarlas... Ahora lo que es de sabio para mí es no esmerarme en buscar el lado positivo, sino disfrutar de la diversidad que me ofrece lo que algunos ven como un defecto... VIVIR.